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Fernando Cullen Sampaio e Guilherme Fraga

Asesor de Tecnología Industrial e Especialista en Automatización en São Martinho

OpAA73

Controles avanzados y autonomía en el sector sucroenergético

Mirar las tecnologías como facilitadoras de la eficiencia, la seguridad operativa y la reducción de costos es una práctica que ha acompañado al sector sucroenergético durante mucho tiempo. En las primeras revoluciones industriales, el papel de la tecnología estaba muy claro; los análisis de factibilidad, dentro de su complejidad, se limitaron a intercambiar activos físicos por activos más capaces.

La eficacia del trabajo, siempre identificada a través del objetivo alcanzado, se mantiene observada, aumentando la eficiencia y seguridad y reduciendo los costes de los procesos. Entre tantos caminos y oportunidades tecnológicas en estos días, esta observación es menos trivial; Conocer bien nuestros desafíos y encontrar las mejores formas de alcanzar los objetivos operativos, tácticos y estratégicos son puntos clave para generar resultados a través de la tecnología y fundamentales para la prosperidad del sector.

Para obtener enfoques efectivos por tecnología es necesario considerar el contexto histórico y el espectro tecnológico heredado que llevó al sector a los niveles actuales, a partir de las primeras revoluciones industriales, con el reemplazo del trabajo manual y la tracción animal por las primeras turbinas de vapor, seguido de electrificación de motores y uso de equipos eléctricos.

Los resultados e impactos de estos cambios trajeron no solo las ganancias directas observadas durante el cambio, sino que también permitieron un gran aumento en la escala de actividades en el sector. Alrededor de la década de 1940, cuando se fundaron nuestras primeras unidades, molíamos menos del equivalente de un molino de un solo día en la actualidad.

Con el surgimiento de la Tercera Revolución Industrial y el completo dominio de la electricidad, fue posible desarrollar automatizaciones de alta complejidad, reproduciendo las mejores operaciones, conocidas por los mejores operadores y en tiempo real. Una vez más, generando impactos nunca antes vistos por los procesos, traducidos en estabilidad, productividad y menor costo por unidad de molienda.

Hoje, vivemos a Quarta Revolução Industrial, uma revolução silenciosa, quase imperceptível aos menos atentos, mas que dá um grande salto à frente, converge sistemas, transforma dados e informações em conhecimentos novos, permitindo tomada de decisão olhando para o futuro e não mais para el pasado. Por otro lado, con su complejidad, profundidad y rapidez con que llega a las empresas, con grandes promesas de ganancias, es común observar varias iniciativas, que se superponen en su objetivo final durante la búsqueda de los resultados previstos.

En el contexto histórico de São Martinho, desde la instalación de los primeros procesos automáticos a partir de cuadros neumáticos, electroneumáticos y eléctricos, ya era posible capturar valor de los sistemas, que asumieron las primeras tareas repetitivas y relevantes de plantas industriales; siguiendo a los primeros controladores, haciendo posible cerrar los primeros lazos de control de algunas variables para estabilizar procesos críticos de la planta, generando mayor estabilidad. El éxito de estas prácticas, de forma rápida y natural, hizo posible los primeros controles digitales que, hoy, se despliegan en todo el entorno industrial.


No solo surgieron y mejoraron las prácticas de control y automatización, sino también la ingeniería de procesos y los sistemas de gestión de plantas. Las primeras iniciativas para simular los balances de masa y energía de la planta industrial, en grandes hojas de cálculo manuales, permitieron la planificación de la cosecha y el desglose diario para viabilizar la operacionalización.

Esta práctica fue la responsable de orientar nuestro negocio hasta la década de 1990 y, con su evolución, la dirección encontrada con cada cosecha se hizo cada vez más clara, lo que también permitió comprender las mejores rutas y posibles desvíos a realizar. Los impactos se percibieron en una generación de valor cada vez más adherente, mejores estrategias comerciales, demandas de automatización y optimización de activos agroindustriales.

Así, las evoluciones en control , automatización, Tecnologías de la Información y procesos industriales han avanzado de tal forma que tanto las actividades de proceso como la tecnología han convergido en su desarrollo y, hoy, forman parte de una misma y única hoja de ruta. Como resultado, en minutos pudimos obtener varios escenarios de producción, basados en datos agroindustriales, calculados por un gemelo digital, que simula procesos en tiempo real y va mucho más allá de una buena planificación y además incluye control autónomo de planta (closed loop con optimización en tiempo real, RTO), basado en el mejor escenario de eficiencia global posible y con la planta en nuestras manos.

Esta visión sistémica, basada en ingeniería y cálculos complejos, solo es posible gracias a la potencia computacional, confiabilidad y seguridad de los sistemas integrados, con bases de datos confiables, una infraestructura robusta y completa para la medición y desempeño en el proceso. La evolución operativa de la planta, que actualmente es digital y optimizada, es parte de un viaje que comenzó con la infraestructura base desde las primeras revoluciones industriales y se apalancó a un nivel antes inimaginable en el momento de la transición tecnológica.

Con todos estos resultados, queda clara la importancia del proceso de automatización de las plantas agroindustriales, no sólo por las ganancias y resultados, sino para viabilizar el uso de tecnologías y también por contribuir a la transición del perfil técnico de los empleados, quienes están aún más calificados para el análisis de datos, las desviaciones y las estadísticas de procesos, y no solo para operar una planta de forma repetitiva, cambiando constantemente los puntos de ajuste o abriendo y cerrando válvulas a pedido.

El camino por recorrer aún es largo ya veces incierto; cuando miramos hacia atrás, nos damos cuenta de cuánto hemos evolucionado y aún nos queda por evolucionar con los conocimientos ya adquiridos de las revoluciones y tecnologías existentes. Las nuevas tecnologías también facilitan, a través de diferentes soluciones, resolver viejos problemas, que en el pasado no eran factibles y no alcanzaban el estado del arte tecnológico.

Todo ello con un bajo coste de aplicación, alto potencial de rentabilidad y, muchas veces, sin necesidad de adquirir un solo activo. Este es el poder de lo digital, la conectividad, las nuevas inteligencias y tecnologías que evolucionan cada día y nos llevarán al mañana de manera exponencial. El crecimiento exponencial y no lineal debe ser monitoreado de cerca.

Si la eficacia de la automatización, la inteligencia y las tecnologías disponibles en el pasado era muy cierta y se percibía con análisis relacionales, el cambio tecnológico actual es cada vez más rápido, y su seguimiento, evaluación, adopción sobre bases sólidas y control de riesgos son la clave del éxito. En el antiguo, y aún actual, mundo VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo), que ya ha evolucionado hacia el mundo BANI, traducido en Frágil, Ansioso, No lineal e Incomprensible, surgen nuevas necesidades para las empresas.

São Martinho estructura su área corporativa, con una visión estratégica de las unidades, a partir de una visión global comparativa de cada unidad, en la que la estrategia corporativa se despliega hasta el nivel operativo y está conectada por especialistas, que tienen ojo para las tendencias, prácticas y principales tecnologías de referencia, que permitan capturarlas y acercarlas al grupo, para garantizar la velocidad adecuada, apoyados en ecosistemas robustos de innovación e investigación, a través de los cuales hemos logrado completar nuestro cuerpo de emprendedores especialistas e investigadores de diferentes universidades y startups que están a nuestra disposición para comprender y resolver nuestros desafíos, generando nuevas innovaciones y productos para el ecosistema.