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Wilson Lucena

Director Industrial de BP Bunge Bioenergía

OpAA77

Inversiones en tecnología y mejora continua sustentan los desafíos del sector sucroenergético

Los debates en torno a la transición energética, entendida actualmente como una necesidad mundial indiscutible, han generado una gran visibilidad para el sector sucroenergético.

Esto se debe a que los biocombustibles juegan un papel central en este escenario, ya que su eficiencia está más que probada para reducir significativamente la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

Datos del Sindicato de la Industria de la Caña de Azúcar y Bioenergía, indican que el uso de etanol, por ejemplo, evitó la emisión de 630 millones de dióxido de carbono desde 2003, cuando se lanzó la tecnología flex. Además, el etanol de caña de azúcar, combinado con Bioenergía con Captura y Almacenamiento de Carbono, puede reducir netamente las emisiones de dióxido de carbono, contribuyendo aún más a la descarbonización global.

Para citar datos internos, en BP Bunge Bioenergía, con etanol y bioenergía producidos en solo una de nuestras cosechas, se logró contribuir a evitar la emisión de 1,7 millones de toneladas de gases nocivos para el medio ambiente, el equivalente a retirar más de un millón de tráficos vehículos

Este panorama de oportunidades, y de responsabilidad, ante un tema tan importante para el mundo entero, nos hace enfrentar la necesidad de ampliar nuestros esfuerzos en torno al desarrollo de actividades en este sector tan estratégico, que comienza con una tarea para cada agente que la compone, en el sentido de buscar mejoras que permitan cada vez más ganancias en términos de eficiencia, productividad y competitividad.

En BP Bunge, este ha sido un tema central desde que se fundó la compañía hace tres años, tanto así que la excelencia operativa es uno de los 12 temas prioritarios en nuestra agenda.

Nuestros Compromisos 2030, un mapa estratégico que hace tangible el camino trazado por la compañía hacia una evolución hacia niveles cada vez más sostenibles en todos los aspectos.

Hablando específicamente de nuestra operación industrial, la búsqueda de la excelencia se concentra en las personas, contando con un equipo de profesionales competentes comprometidos a hacer lo mejor posible, siempre de forma segura, teniendo como norte en la práctica diaria las premisas de nuestra cultura, según las cuales “ si no es seguro, cualquiera puede parar la operación”.

Además, con la evolución de la tecnología, la industria sucroenergética se ha vuelto cada vez más moderna e integrada, lo que permite mejorar las operaciones a través de los procesos de la llamada Industria 4.0. Sistemas de Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas y Cloud Computing, recursos que se convierten en facilitadores de la toma de decisiones, permitiendo agregar más valor al negocio.

Un indicador importante para la industria es el uptime que, en la práctica, representa el uso del tiempo industrial. Es decir, la capacidad que tienen los ingenios para procesar caña de azúcar sin interrupciones.

Para ello, disponemos de soluciones de monitorización online, cuyo objetivo es garantizar que el equipo no falle.

Para ello contamos con un sistema de gestión de automatización del cual hemos instalado hoy alrededor de 1.300 sensores en línea destinados a mantener puntos críticos de la operación, otros 2.700 se instalarán en 2023, totalizando 4 mil sensores que nos dan información importante, como posibles equipos. fracasos, por ejemplo.

En la unidad de Frutal en Minas Gerais, ya tuvimos una ganancia del 10% en la generación de energía eléctrica con el uso de esta tecnología, que también funciona en las plantas Tropical en Goiás e Itumbiara en Goiás.La planificación prevé la implementación de este sistema en todos los plantas hasta 2025.

Este tipo de inversión es sumamente estratégica, ya que aumenta la confiabilidad y eficiencia durante la cosecha, evitando interrupciones no programadas en la producción, e incluso genera más seguridad, reduciendo la exposición de los empleados a cualquier tipo de riesgo, factor de vital importancia para nuestra empresa.

Otro destaque que contribuye a nuestros buenos indicadores industriales es que con cada cosecha mejoramos nuestra planificación y puesta en marcha en la reanudación de la contraestación , diferencial de la empresa.

En esta etapa invertimos tiempo y recursos económicos, ya que garantiza la ejecución de un plan de mantenimiento que contempla acciones predictivas, preventivas y correctivas de los equipos de planta, con especial atención a la temporada baja, cuando se realizan alrededor de 68.000 actividades al año.

Otro punto que considero importante cuando hablamos de la búsqueda de la excelencia operativa es nuestro programa de mejora continua, Transformar, que tiene como objetivo optimizar el desempeño operativo mediante la identificación, mediación y eliminación de problemas.

Creado a partir de un Sistema Integrado de Gestión, que estandariza procesos y lineamientos operativos en todas nuestras unidades, el programa ya originó soluciones que representaron retornos económicos millonarios para la empresa.

Los ejemplos de iniciativas que materializan este camino hacia la estructuración para servir mejor al mercado en el desafiante escenario de la transición energética son innumerables e involucran diferentes aspectos, con énfasis, obviamente, en el avance tecnológico.

Pero es un hecho que, aún con todas las mejoras que aún se pueden implementar, y mucho se está haciendo en ese sentido, el sector sucroenergético ya está en capacidad de atender de manera inmediata las demandas de la sociedad para la construcción de una economía baja en carbono, reduciendo las emisiones nocivas para el medio ambiente a través de tecnologías que ya son una realidad, trabajadas en un sector estructurado y de probada eficacia.