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Cláudia Tonielo

Director de Recursos Humanos en Grupo Toniello

OpAA78

El papel de la mujer en el gobierno corporativo

"El prejuicio es una opinión sin conocimiento".
Voltaire


La gran lección que aprendí a lo largo de los años que he trabajado en las empresas de mi familia es el compromiso fundamental que deben asumir todos los involucrados en el proceso de gestión de la empresa ante las responsabilidades que propone el modelo de gobierno adoptado. Sólo así se obtendrán mejoras en la gestión y el clima organizacional, y los beneficios serán para todos.


La propuesta es permitir que la gestión sea armoniosa y eficaz respecto de todas las actividades, procesos, decisiones y cambios que puedan ocurrir en la empresa, caracterizando la mejora de la gestión organizacional. a través de la aplicabilidad del concepto, principios y buenas prácticas de gobierno corporativo.

Tales responsabilidades van mucho más allá de la eficiencia en cuestiones administrativas, financieras y contables, sin restar mérito e importancia a estas cuestiones en el desempeño empresarial. Lo que quiero decir aquí es que el modelo de gobernanza debe romper parámetros y romper paradigmas, arraigados durante años, incluidos pensamientos y acciones gerenciales prejuiciosos. En mi opinión, una organización dispuesta a abandonar viejas creencias y formas retrógradas de actuar demuestra armonía con lo que sucede en el mundo y compromiso con la sociedad.

No podemos olvidar por completo las prácticas del pasado, ni siquiera ignorar todo lo realizado por los familiares que gestionaron el negocio hasta llegar a los nuevos modelos.

Al fin y al cabo, todo el patrimonio se construyó en administraciones anteriores, pero es necesario abrirse a las nuevas. No podemos admitir desigualdad entre hombres y mujeres, intolerancia religiosa, de género o cualquier otra diferencia, nada de esto contribuye al buen desempeño de un profesional.

La visión empresarial debe ser más sistémica, considerando el papel de los departamentos y los empleados como partes igualmente importantes para “hacer girar los engranajes” de la máquina llamada empresa. La madurez de los miembros de gobierno es un indicador para la obtención de este reconocimiento.

Como directora de Recursos Humanos estoy muy atenta a temas sociales más comprometidos y menos tolerantes con los prejuicios. Ciertamente, este comportamiento afecta a todos los ámbitos de la sociedad, incluidas las relaciones laborales.

Es cierto que las mujeres alcanzan puestos cada vez más altos en las corporaciones, pero los estudios muestran que todavía reciben menos que los hombres y se sienten rehenes de sus colegas, incluso si sus capacidades son iguales y sus funciones complementarias.

Todavía es necesario superar muchas barreras. Es evidente que las mujeres han asumido su papel protagónico en la vida y en el mundo empresarial y son más participativas y empoderadas. Sin embargo, esta historia sólo tendrá un final feliz cuando la asociación “hombre y mujer” sea realmente aceptada con igualdad.

No es fácil imponerse frente a hombres que llevan el machismo cultural en su DNA, que creen que el papel de la mujer aún debe decidirlo alguien del sexo opuesto. ya sea el padre o el marido. Mucho ha cambiado para las mujeres. Ya no aceptan la sociedad patriarcal dominada por los hombres y se niegan a actuar como hombres para ganar su espacio en la organización.

Creo que tu fuerza femenina, tu sutileza y tu adaptabilidad para hacer varias cosas a la vez son puntos positivos que deben ser considerados en tu vida profesional. Y ni hablaré de la intuición, algo mágico en la vida de las mujeres.

Empoderarse es el camino a seguir, ya que la idea está lejos de predicar un discurso de odio, que pretende cambiar la ideología sexista por su contraria. La búsqueda incesante debe ser hacia formas más justas de vivir en sociedad.

Las mujeres debemos ser conscientes de nuestras capacidades, pero, además, debemos capacitarnos para poder asumir roles y posiciones de liderazgo. En este contexto, los puestos de alta dirección son buscados por muchos trabajadores, pero a la hora de asumir el cargo se enfrentan a numerosos retos, principalmente por falta de preparación y cualificación.

A menudo bromeo: ¿quién dijo que ser líder es fácil? Uno de los mayores desafíos dentro de Recursos Humanos es poder mantener un espíritu de equipo motivado. Nos enfrentamos diariamente al desafío de inspirar y desarrollar a las personas para que superen sus limitaciones y logren mucho más de lo que imaginan.

La relación de confianza entre directivos y empleados debe ejercitarse permanentemente, a través de prácticas de gestión transparentes, en las que se comparta con todos los miembros del equipo información y toma de decisiones importantes para la organización.

La retención de los profesionales que “visten la camiseta” y el desarrollo del equipo pasan por una rutina diaria construida y vivida desde adentro hacia afuera, en todos los niveles jerárquicos. Más que eso, tiene que ser algo completamente natural en la corporación.

De lo contrario, la imagen transmitida al profesional pasa a ser exactamente la contraria a la que se quiere transmitir. Por ello, es de suma importancia que la empresa mantenga una postura firme contra las conductas discriminatorias.

La inteligencia emocional, cuando se trata de personas, es un punto aún más importante. Los conflictos de intereses, las situaciones inesperadas, las metas no alcanzadas, las dificultades en las relaciones son desafíos interminables. ¿Cómo mantener el equilibrio ante tantas dificultades? La respuesta es pensar estratégicamente, negociar objetivos, desarrollar planes de acción con el equipo y fomentar la pertenencia de cada miembro del equipo.

Concluyo mi artículo afirmando que un ambiente de trabajo armonioso es fundamental para el éxito de cualquier negocio. Cada empresa tiene personas de diferentes clases sociales, raciales y culturales que a menudo no tienen mucho en común, aparte del hecho de que trabajan juntos. Por eso, la mejor estrategia es mantener siempre un comportamiento respetuoso.