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Newton Cesar Retamero Santana

CEO de Bevap

OpAA80

Uso eficiente del agua y sistema de riego

Como CEO de Bevap - Bioenergética Vale do Paracatu, es un placer compartir con ustedes nuestros aprendizajes y prácticas sobre agricultura bioenergética en caña de azúcar de regadío. El objetivo con estas prácticas es maximizar el uso de las áreas de cultivo de forma sostenible.

Nuestro viaje está impulsado por la convicción de que la sostenibilidad y la eficiencia no son solo objetivos a los que se aspira, sino bases fundamentales para forjar un camino hacia un futuro prometedor en el sector de las energías renovables. La ciencia y las tecnologías disponibles han sido aliados esenciales de esta propuesta. Nos han permitido aumentar significativamente la productividad y la eficiencia en nuestros campos.

Nuestros sistemas de riego avanzados, como el goteo y los pivotes, han sido fundamentales en esta transformación, permitiendo no solo un uso más eficiente del agua, sino también la integración de la fertirrigación, que entrega nutrientes directamente a las raíces de las plantas de manera más eficiente. Esto permite nuestra estrategia para aumentar la demanda de energía sin sacrificar tierras preciosas que podrían usarse para la producción o conservación de alimentos.

Nuestro aprendizaje ha ido más allá de que nos enfrentamos a un entorno edafoclimático donde la combinación suelo/clima propugna el uso artificial del riego. Desde la plantación, pero también en la gestión cultural, nutrientes orgánicos y minerales combinados, defensivos con el tiempo de aplicación y seguimiento que se desvían un poco de los tradicionales en nuestro sector producen resultados significativos en el aumento de la productividad. En Bevap, que nació desde el principio bajo la necesidad de riego, la búsqueda es una productividad media del orden de 120 toneladas por hectárea. En nuestra última Cosecha alcanzamos 101 Toneladas de Caña de Azúcar por Hectárea.

Normalmente, la necesidad de áreas para el cultivo de caña de azúcar está directamente asociada al factor de productividad, motivo de preocupación y altos costos en nuestro sector en las regiones de mayor actividad del cultivo. En el promedio brasileño de la zafra terminada (2023/2024), cerca de 80 Toneladas de Caña por Hectárea, cuando alcanzamos las metas que buscamos (promedio de 120 Toneladas de Caña por Hectárea), para la misma necesidad de molienda podemos alcanzar alrededor del 50% de reducción en el área requerida.

La gestión en busca de mayores Azúcares Reductores Totales es tradicionalmente un desafío en nuestro sector, otra oportunidad que estamos desarrollando en sistemas de riego para maximizar este factor en el mejor momento de nuestro plan de cosecha. El inicio de la cosecha ya alcanza valores superiores a los 100 kilogramos por tonelada. Nuestro promedio en la última zafra fue de 143 kilogramos por tonelada. La combinación de tecnología, inteligencia artificial y la experiencia de nuestro equipo técnico es un factor fundamental para lograr la mayor tonelada de azúcar por hectárea (14,7 toneladas de azúcar por hectárea en la Cosecha 2023/2024).

En este progreso y con nuestros resultados, estamos explorando áreas menos fértiles, donde las culturas tradicionales luchan por prosperar, abriendo oportunidades para otros cultivos energéticos. Esto, junto con el desarrollo de variedades más resistentes y productivas mediante el mejoramiento genético, amplía nuestro arsenal en la lucha contra los desafíos ambientales y económicos actuales. Para lograr nuestro objetivo de excelencia en la agricultura bioenergética, es crucial que estemos atentos a las tendencias y avances del sector.

El uso de drones, por ejemplo, ha revolucionado la forma en que monitoreamos y gestionamos grandes extensiones de cultivos de caña de azúcar. Estos dispositivos aéreos no sólo permiten una visión detallada y completa de los cultivos, sino que también ayudan a detectar de forma temprana plagas, enfermedades y zonas con estrés hídrico, asegurando una respuesta rápida y eficaz.

La implementación de sistemas inteligentes de análisis de datos con la recopilación de grandes volúmenes de información nos permite comprender mejor los patrones climáticos, el comportamiento de las plantas y las variables del suelo, lo que nos permite adaptar nuestras prácticas agrícolas para lograr los mejores resultados posibles. La integración de estos datos con modelos predictivos y de aprendizaje automático proporciona una agricultura más inteligente y predictiva, anticipando problemas y optimizando soluciones.

La preocupación por el impacto ambiental también es un aspecto crucial de nuestras operaciones. Invertimos continuamente en prácticas que promueven la conservación del suelo y el agua, como el uso de cubiertas vegetales y técnicas que minimicen la alteración del suelo. Estas prácticas no sólo preservan el medio ambiente natural, sino que también mejoran la salud y la fertilidad del suelo, lo cual es esencial para la sostenibilidad a largo plazo de nuestra actividad agrícola.

El objetivo de riego considerado por Bevap es una profundidad de 1.600 milímetros anuales, combinando alrededor de 1.100 milímetros de lluvia y 500 milímetros de sistemas de riego. En un área total cañera de aproximadamente 32 mil hectáreas, tenemos el riego distribuido de la siguiente manera: 76,5% Pivotes, 5,6% Goteo, 4,6% HidroRoll Aspersor y, en zonas húmedas sin necesidad de sistemas de riego, el 13,3% restante.

En Bevap, nuestro compromiso con la innovación y la sostenibilidad va más allá de las palabras. Se refleja en cada elección que hacemos, en cada campo que regamos y en cada planta que cultivamos. Creemos que con la tecnología adecuada y una buena dosis de innovación, podemos avanzar hacia un futuro en el que la energía renovable y la agricultura sostenible vayan de la mano.

La colaboración con instituciones de investigación y universidades es otro pilar de nuestro éxito. A través de alianzas estratégicas, podemos acceder a lo más avanzado en términos de investigación y desarrollo tecnológico. Estas colaboraciones nos permiten ser parte de una comunidad científica más amplia, intercambiando conocimientos y experiencias que nos ayudan a mejorar nuestras técnicas y desarrollar nuevas variedades de caña de azúcar más resilientes al cambio climático y eficientes en la producción de bioenergía.

Por último, el compromiso con la responsabilidad social corporativa es un valor innegociable para Bevap. Entendemos que nuestro trabajo va más allá del campo y debe contribuir positivamente a las comunidades locales. Esto se traduce en programas de capacitación, apoyo al desarrollo local y prácticas laborales que respeten la dignidad y promuevan el crecimiento de nuestros empleados y sus familias.

Estas prácticas reflejan no sólo una estrategia empresarial, sino un compromiso para crear un futuro más verde y próspero. A través de una gestión innovadora y sostenible, Bevap está allanando el camino para que la bioenergía sea un vector de transformación ambiental, económica y social. Con estas acciones reafirmamos nuestro papel como líderes en el sector de las energías renovables y en la promoción de una agricultura respetuosa tanto con el planeta como con las personas que viven en él. Bevap se enorgullece de liderar este esfuerzo, demostrando que es posible armonizar las demandas energéticas con un profundo respeto por la tierra que nos sustenta.