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Fábio Lemos de Brito

Gerente Agrícola en Impacto Bioenergía

OpAA76

Los desafíos para la productividad en el Nordeste

El sector sucroenergético juega un papel fundamental en la búsqueda de fuentes alternativas de energía, ya que es el responsable de la producción de biocombustibles, sustitutos de los combustibles fósiles, reduciendo la dependencia del petróleo y contribuyendo a la mitigación del cambio climático. Ante ello, el sector asume un papel relevante en el proyecto de transición energética mundial, en la búsqueda de fuentes de energía limpias y renovables.

Além disso, a cana-de-açúcar é uma cultura versátil e pode ser utilizada em diversas aplicações, como na produção de bioeletricidade, bioplásticos, biocombustíveis de aviação, entre outros, o que confere a essa cultura uma vantagem em relação a outras fontes de energía renovable.

Otro aspecto importante es su capacidad para generar empleo e ingresos para las comunidades locales. La producción de caña de azúcar requiere mucha mano de obra y, por lo tanto, tiene el potencial de promover el desarrollo económico y social en áreas de pobreza y exclusión social. Sin embargo, es importante señalar que la producción de biocombustibles a partir de la caña de azúcar no está exenta de impactos ambientales y sociales negativos.

Portanto, é fundamental que o setor sucroalcooleiro atue de forma responsável e sustentável, adotando práticas que minimizem os possíveis problemas ambientais e sociais de sua atividade, ao mesmo tempo em que contribua para a promoção da segurança energética e para a redução das emissões de gases de efecto invernadero.

En ese contexto, y consolidada como una de las principales actividades agrícolas del Nordeste brasileño, el cultivo de la caña de azúcar es, desde hace décadas, responsable de gran parte de la generación de empleo y renta en la región. Sin embargo, la producción de caña de azúcar en el Nordeste enfrenta desafíos específicos.

En cuanto a la competitividad, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la producción media de caña de azúcar en la región Nordeste en 2020 fue de alrededor de 72 toneladas por hectárea, mientras que, en la región Sudeste, la productividad alcanzó alrededor de 84 toneladas por hectárea. Por lo tanto, la adopción de nuevas prácticas y técnicas agrícolas se vuelve aún más fundamental para el desarrollo sostenible de la producción de caña de azúcar en el Nordeste brasileño.

Es importante resaltar que la productividad es uno de los factores más importantes para determinar el costo de producción en la industria sucroalcoholera, teniendo en cuenta que, a mayor producción de caña por hectárea, mayor será la dilución de los costos fijos de producción, tanto para el área agrícola como para el área industrial. Por lo tanto, mejorar la productividad de los campos de caña de azúcar es esencial para reducir los costos de producción en la industria sucroalcoholera y para su competitividad en el mercado global.

Con este objetivo en mente, lo que se ha mostrado fundamental para mejorar la productividad de las plantaciones de caña de azúcar, sin duda, son los avances en tecnología, equipos y uso de insumos, nuevas prácticas y técnicas agrícolas han demostrado ser fundamentales para impulsar producción de caña de azúcar. Entre estas prácticas, podemos destacar:

Agricultura de precisión, que es un enfoque tecnológico de la producción agrícola que utiliza datos e información precisos para optimizar el uso de insumos y recursos. Este enfoque se basa en recopilar información a través de sensores y tecnologías de georreferenciación, como GPS, y analizar estos datos para la toma de decisiones. La agricultura de precisión permite monitorear el rendimiento de los cultivos, identificar áreas con problemas de crecimiento, realizar aplicaciones localizadas de insumos e implementar prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles.

Entre las tecnologías utilizadas en la agricultura de precisión se encuentran los sistemas de información geográfica, los drones y los satélites de monitoreo remoto. Estas tecnologías permiten la recopilación de información en tiempo real sobre el suelo, las plantas y las condiciones climáticas, lo que ayuda a los agricultores a tomar decisiones más precisas sobre el manejo de cultivos.

En este contexto, los drones agrícolas , también conocidos como Vehículos Aéreos No Tripulados, han ganado cada vez más protagonismo. Estos dispositivos están equipados con cámaras y sensores que permiten la recolección de datos e imágenes de alta resolución del campo, lo que ha permitido una toma de decisiones más precisa sobre el manejo del cultivo.

Además del uso de drones agrícolas para la obtención y posterior procesamiento de imágenes, los drones han jugado un papel importante en el control de plagas y enfermedades, en el cual estos equipos pueden ser dotados de sensores que identifiquen plagas y enfermedades en las plantas, permitiendo así realizar mediciones de control más de forma precisa y eficiente, así como la fumigación, donde algunos modelos de drones pueden equiparse con sistemas de fumigación que permiten la aplicación localizada de agroquímicos, reduciendo el uso de insumos y minimizando los impactos ambientales.

Otra técnica que vale la pena mencionar es el riego 4.0, que consiste en un enfoque tecnológico que busca optimizar el uso del agua a través de la automatización y conectividad de dispositivos y sistemas. Este enfoque utiliza tecnologías IoT: sensores, análisis de datos e inteligencia artificial para hacer que el riego sea más eficiente y sostenible.

Entre las principales características de Riego 4.0 se encuentran: La presencia de sensores de humedad del suelo, que permiten a los agricultores monitorear el nivel de humedad del suelo en tiempo real y ajustar el riego de acuerdo con las necesidades de las plantas. Los sistemas de riego inteligentes son capaces de ajustar automáticamente la cantidad de agua suministrada a las plantas en función de los datos sobre la humedad del suelo, el clima y otros factores. Monitoreo remoto a través de aplicaciones y plataformas en línea.

Y, por último, el análisis de datos, que utiliza inteligencia artificial para identificar patrones y tendencias en los datos de riego, lo que permite a los agricultores realizar ajustes y mejoras continuas en el sistema. En definitiva, el uso de nuevas prácticas agrícolas ha sido fundamental para optimizar la producción de caña de azúcar y hacer más competitivo el sector.

La adopción de tecnologías como la agricultura de precisión y el riego 4.0 permite producir más con menos recursos, reduciendo los costes de producción y aumentando la eficiencia de la actividad, contribuyendo a una mayor competitividad en el mercado global. Además, estas nuevas técnicas han sido herramientas importantes para promover la agricultura sostenible, asegurando la preservación de los recursos naturales y la calidad de vida de las personas.