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Bruno Galvêas Laviola

Subdirector de I+D de Embrapa Agroenergia

OpAA79

Biodiesel en Brasil: desafíos y oportunidades

El biodiesel, biocombustible de origen vegetal y animal, representa una alternativa renovable al diésel de petróleo, contribuyendo a la diversificación de la matriz energética brasileña. La implementación del Programa Nacional de Producción y Uso de Biodiesel marcó el inicio de la adopción de ese combustible en Brasil, estableciendo directrices para una producción sostenible, inclusiva y competitiva.

El programa impulsó la participación de pequeños productores a través del sello "biocombustible social" y definió mezclas obligatorias de biodiesel en el diésel, comenzando con un 2% (B2) en 2005 y llegando al 14% (B14) en la actualidad. Hay expectativas de un aumento hasta el 15% (B15) y posiblemente más del 20% en los próximos años. En 2023, el país alcanzó un récord de producción de biocombustibles, produciendo alrededor de 7,5 millones de metros cúbicos. Este avance refleja mejoras constantes en la calidad del biodiesel, alineándose con estándares internacionales y garantizando confiabilidad a los agentes económicos.

Brasil se posiciona entre el tercer y segundo productor de biodiesel del mundo, con capacidad de ascender al primer lugar debido a su robusto sector industrial y su vasto potencial agrícola sostenible. El país se beneficia de su ubicación tropical, disponibilidad de tierra cultivable y clima favorable, lo que permite la producción de alimentos y energía sin competencia por los recursos. La diversidad de especies de oleaginosas nativas y exóticas en Brasil, aptas para diferentes condiciones climáticas y de suelo, ofrece amplias oportunidades para la exploración de materias primas alternativas al aceite de soja, que actualmente domina el mercado del biodiesel, con alrededor del 70% de la producción.

La dependencia del aceite de soja presenta riesgos estratégicos, lo que plantea la necesidad de diversificar las fuentes de materia prima para el biodiesel. La diversificación de la oferta de materias primas a escala es fundamental para la expansión del sector, requiriendo avances tecnológicos para aumentar la viabilidad económica y productiva. Además, hay que considerar la demanda que vendrá de aceites y grasas vegetales para la producción de nuevos biocombustibles, como los combustibles de aviación sostenibles y el diésel renovable.

Las perspectivas para el biodiesel en los próximos años son en general positivas, lo que refleja la transición energética global hacia fuentes más sostenibles y renovables. A partir del contexto presentado, podemos destacar los siguientes aspectos que marcarán el futuro del biodiesel:

Mayor mezcla obligatoria: Con la previsión de aumentar la mezcla de biodiesel en el diésel al 15% (B15) y las discusiones para aumentar aún más este porcentaje más allá del 20%, se espera un aumento significativo en la demanda de biodiesel. Esto fomentará la ampliación de la capacidad productiva y la innovación tecnológica en el sector.

Desarrollo tecnológico y diversificación de materias primas: Sendo um país com grande potencial agrícola, o Brasil possui a oportunidade de desenvolver tecnologias para o cultivo e processamento de oleaginosas além da soja, como a palma -de-óleo, a canola, o algodão, o girassol, o cártamo, a macaúba, entre otras. Esto no solo aumentará el suministro de materias primas para biodiesel, sino que también reducirá la dependencia de una sola fuente, promoviendo la sostenibilidad y resiliencia de la cadena de producción.

Integración con la agricultura sostenible: La producción de biodiesel en Brasil tiene el potencial de integrarse con prácticas agrícolas sostenibles, aprovechando la ubicación estratégica del país, su clima y la disponibilidad de tierras cultivables sin comprometer los grandes biomas nacionales. Esto puede incluir el cultivo de semillas oleaginosas en sistemas de producción que favorezcan la biodiversidad y el uso eficiente de los recursos naturales. Por ejemplo, la rotación de cultivos se puede utilizar para alternar cultivos alimentarios y semillas oleaginosas para la producción de biocombustibles, enriqueciendo el suelo y aumentando su productividad.

La integración de cultivos con ganadería en sistemas de Integración Cultivos-Ganadería-Bosques no sólo optimiza el uso de la tierra, sino que también contribuye a la recuperación de pastos degradados.

Políticas públicas e incentivos: Para que Brasil alcance su máximo potencial como productor de biodiesel, las políticas públicas y los incentivos serán cruciales. Esto incluye el apoyo a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, la creación de mecanismos de financiamiento para productores e industrias, y políticas que promuevan la inclusión social y el desarrollo regional.

Mercado global y exportación: Con una creciente demanda global de energía renovable, Brasil está bien posicionado para convertirse en líder mundial en la producción y exportación de biodiesel. Esto requerirá inversiones en logística y capacidad de producción, así como esfuerzos para garantizar la calidad y sostenibilidad del biodiesel brasileño en los mercados internacionales.

Desafíos técnico-científicos y políticos: El desarrollo del sector del biodiesel en Brasil seguirá enfrentando desafíos, incluida la necesidad de superar obstáculos técnico-científicos, como mejoras en el rendimiento y la eficiencia de los procesos de producción, y desafíos políticos, como la estabilidad de las políticas productivas fomento y armonización de intereses entre las distintas partes interesadas.

Conciencia y aceptación social: La aceptación social y la demanda del biodiésel como alternativa sostenible al diésel de petróleo son fundamentales para su éxito. Las iniciativas de educación y concientización pueden desempeñar un papel crucial en la promoción del biodiesel y la construcción de un mercado sólido.

En resumen, el futuro del biodiesel en Brasil es prometedor, con potencial de liderazgo global, diversificación económica y contribución significativa a la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, para que estas perspectivas se hagan realidad, será necesario un enfoque coordinado que implique innovación, inversión y colaboración entre los sectores público y privado, además de un compromiso continuo con la sostenibilidad y la inclusión social. Para Brasil, sin duda, el biodiesel es un biocombustible que llegó para quedarse.