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Bertholdino Teixeira Junior

Gerente Corporativo de Sostenibilidad de Usina Coruripe

AsAA23

El sector sucroenergético ¿es sostenible?

En los últimos años hemos experimentado fenómenos meteorológicos extremos como nunca antes: lluvias intensas y excesivas en algunas regiones y sequía y calor en otras. No hay dudas sobre el calentamiento global y el cambio climático. En este contexto, es fundamental que reflexionemos sobre el papel del sector sucroenergético en esta nueva era, en la que las cuestiones medioambientales pueden influir más que nunca en el destino de las generaciones futuras.

Para este análisis es necesario revisar nuestro pasado y cómo hemos abordado los temas ambientales en nuestro sector en los últimos años. Me centraré en el pasado reciente, cuando se incorporó el etanol a nuestro proceso productivo, junto con el azúcar.

El etanol no surgió en un entorno con baja huella de carbono, y mucho menos en una economía verde. Es importante señalar que el etanol nació como una alternativa económica durante una crisis de combustible, cuando el precio de la gasolina se volvió inasequible. Por tanto, en sus orígenes, el etanol no tenía una huella ambiental sostenible. De hecho, en ese momento inicial, incluso creamos un problema adicional al tratar con vinaza, un residuo que no tenía muchas aplicaciones.

Este contexto puede explicar por qué todavía hoy enfrentamos dificultades para convencer a la sociedad de que somos un sector ambientalmente sostenible. Sin embargo, con el tiempo, hemos evolucionado como industria. Las tecnologías y la concienciación han demostrado que la cadena sucroenergética puede ser una alternativa sostenible y ambiental para los nuevos tiempos.

Aprendimos a lidiar con nuestros residuos, que hoy se consideran subproductos de nuestra cadena de producción. Nuestra industria ha evolucionado técnicamente con el uso de equipos de control y eficiencia operativa. El consumo de agua en nuestras operaciones industriales se ha reducido considerablemente, hasta el punto de convertirnos en un circuito cerrado. Nuestras emisiones al aire ahora generan fertilizantes, y la energía que producimos no solo nos ha hecho autosuficientes sino que también ha creado oportunidades económicas al exportar a la red de distribución.

En el ámbito agrícola hemos atravesado un proceso de aumento de la productividad, asociado a mejores prácticas en el uso y ocupación de la tierra. El manejo conservacionista de nuestras tierras se ha convertido en un proceso productivo natural. Se reordenó nuestro territorio, recuperando e incorporando a nuestro patrimonio áreas de preservación ambiental y reservas legales.

Entonces, ¿por qué todavía hay dudas sobre nuestra sostenibilidad medioambiental? La respuesta es simple y directa: los tiempos han cambiado. Estamos en la era de la descarbonización total y de la industria carbono negativa. Ya no podemos apoyar el discurso de que ya hemos hecho nuestra parte por el medio ambiente o que somos "verdes". Necesitamos seguir mejorando nuestros procesos de producción y reducir nuestra huella de carbono.

No tiene sentido aplicar tanto fertilizante nitrogenado ni consumir tanto combustible fósil, por poner sólo dos ejemplos. Por no hablar de nuestra cadena logística en la que el diésel transporta casi toda nuestra producción. Tenemos que avanzar en toda nuestra cadena de suministro, es importante ahora que monitoreemos y monitoreemos todo, al detalle. No basta con cuidar nuestros procesos; necesitamos entender toda nuestra cadena, adoptando el concepto "de la cuna a la tumba".

En respuesta a la pregunta inicial de este ensayo, el sector sucroenergético es efectivamente sostenible desde el punto de vista ambiental, ya que produce un combustible renovable, genera energía limpia a partir de biomasa y se sabe que es más eficiente en la producción de azúcar que otras formas. . Y lo más importante de todos nuestros productos es que somos una máquina para eliminar carbono de la atmósfera.

Todas estas características nos califican para la sostenibilidad ambiental. Sin embargo, estamos en una era de información inmediata, en tiempo real, accesible a toda la sociedad. Por ello, necesitamos comunicar todo nuestro compromiso medioambiental de forma excelente y profesional . En este nuevo contexto de cambio climático, nuestro papel es mostrar a la sociedad nuestra verdadera vocación y ser protagonistas proactivos.