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Dib Nunes Junior

Director del Grupo IDEA

OpAA73

Control de malas hierbas en grandes cultivos

Con los altos precios actuales de los insumos agrícolas, las empresas deben pensar en la maximización, una gestión muy estricta del uso de estos productos, para obtener los mejores resultados en la lucha contra plagas, enfermedades y malezas en los campos de caña de azúcar.

En el caso del control de malezas, para evitar errores en las recomendaciones y desperdicio de los productos aplicados, es necesario realizar un análisis técnico detallado de la situación para orientar correctamente los pesticidas en el momento, lugar y objetivos adecuados.

Una de las mayores dificultades que enfrentan los productores para combatir estos problemas es gestionar todas las actividades de control de malezas en las plantaciones extensivas de caña de azúcar. Los invasivos se propagan con una velocidad asombrosa y se muestran cada vez más agresivos y adaptados a diferentes entornos de producción. Al menor descuido, compiten con la caña de azúcar, llegando a robar más de la mitad de la producción en apenas unos meses de competencia de malezas.

Los productores, en general, enfrentan este grave problema sin mucha organización, y lo que se observa es desesperación cuando la situación se torna crítica en la época calurosa y húmeda del año. Simplemente no sigas el cultivo de cerca y listo, el productor es sorprendido por vigorosas infestaciones de malas hierbas que asfixian rápidamente los nuevos brotes, compitiendo por agua, luz y nutrientes. El resultado de este problema es una caída en la productividad.

En grandes áreas de caña de azúcar, como los ingenios, que cultivan miles de hectáreas con cañaverales en diferentes estados de desarrollo repartidos por todo el lugar, existe una gran diversidad e intensidad de malezas. Manejar toda esta área no es una tarea fácil. El control de malezas requiere de mucha actividad y vigilancia por parte de los técnicos durante todo el año, bajo la acción de varios factores que varían según un componente muy importante: el cambio climático en las cuatro estaciones del año.

Además de los factores climáticos, también es importante conocer el momento adecuado para realizar estudios de malezas y, al recomendar herbicidas, considerar qué especies de malezas se están presentando, la intensidad de la infestación en el área, además de la etapa de desarrollo del hierba caña. La capa de paja, el contenido de arcilla y la materia orgánica en los suelos también son importantes, ya que ayudan a determinar las dosis de pesticidas. Esto es todo, sin mencionar el sistema de aspersión que se utilizará.

Para completar las preocupaciones de los responsables del control de malas hierbas, todavía tienen que tener en cuenta las características de los herbicidas, como el periodo de residualidad (que no suele ser muy largo), el modo de acción sobre las distintas malas hierbas, la solubilidad en el suelo , el modo de acción sobre los invasores, etc. Todo esto debe saberse antes de recomendar productos.

Además de todo este procedimiento, sigue siendo necesario programar los relevamientos en las visitas de inspección y en las operaciones realizadas antes, durante y después de los tratamientos realizados. En esta actividad existe una gran variabilidad de situaciones y decenas de interacciones entre factores de interferencia, ambiente y productos aplicados en cada tratamiento realizado, que generan cientos de información. ¿Qué hacer con este enorme volumen de datos recopilados y almacenados diariamente? Es humanamente imposible procesar esta información, pero la necesitamos para responder muchas preguntas importantes, como:

¿Cuáles fueron los mejores productos en diferentes épocas del año? ¿Cuál fue el período residual de cada producto y sus mezclas? ¿Cuáles fueron las principales malezas controladas? ¿Cuáles fueron los mejores productos pre -emergentes en la planta de caña de azúcar? ¿Y en los zuecos? ¿Cuáles fueron los mejores herbicidas para el control de postemergencia? ¿Y las aplicaciones en Pre - Planting Incorporated? ¿Fueron efectivos? ¿Había necesidad de transferencias o recogida?

¿Qué productos debemos poner en la cartera de compras? ¿Cuál es la distribución de malezas en el cultivo (mapeo)? ¿Cuál es el mejor método de encuesta para determinar la presencia de malezas y el desempeño de los herbicidas utilizados? ¿Cómo podemos organizarnos para no retrasar ningún retiro? ¿Cuáles son los informes de gestión que necesitamos para llevar a cabo una adecuada gestión? ¿Cómo agrupar datos para hacer recomendaciones de herbicidas? ¿Cómo organizar la dinámica de las Órdenes de Trabajo? ¿Qué lecciones podemos aprender del control que se está realizando? ¿Dónde todavía tenemos que mejorar?

Estas y otras cuestiones deben formar parte de la rutina diaria del trato cultural y llevar esta práctica a una mejora permanente. Como puedes ver, esta es una actividad que requiere mucho más que una simple recomendación de productos. Hoy tenemos registradas en el mercado al menos 50 moléculas de herbicida para la caña de azúcar, cada una con sus características y especificaciones de posicionamiento, además de innumerables mezclas de estos productos. ¿Cómo gestionar todo esto? ¿Cómo hacer una gestión basada en la mejora continua de procesos y conocimientos? En el trabajo de combate a las malezas, tenemos varias etapas que necesitan ser organizadas y seguidas puntualmente.

Es necesario concertar una cita con encuestas en fechas preestablecidas para recoger información de pre y post aplicación de herbicidas y, principalmente, para establecer una rutina de actuación. En un cultivo grande, habrá, al mismo tiempo bajo vigilancia, plantaciones de caña de azúcar en diferentes etapas del cultivo que requerirán frecuentes estudios de campo, consultas de datos almacenados y stocks de productos.

Con organización, es posible conocer, en todo momento, la situación real de la mata a lo largo del cultivo y mejorar la programación de los servicios, especialmente en las áreas de renovación (un buen momento para el “ depragueamento ”). La gran cantidad de datos recopilados debe canalizarse al archivo correcta, procesada con agilidad y puesta a disposición cuando se emite la O.S., con las recomendaciones de los herbicidas adecuados para cada situación.

Hay varias fases y estudios de campo que deben realizarse antes y después de las aplicaciones de herbicidas. Para cada fase, es necesario emitir informes con la evaluación de la situación, con los retratos más diferentes de la situación de la lucha contra el monte. Todo este flujo de datos y servicios debe seguir una metodología bien definida y unos plazos preestablecidos para las visitas de inspección. Solo así los gestores tendrán todo el cultivo bajo control en cualquier época del año.

La solución pasa por utilizar un software especializado que facilite y procese toda esa información que llega a diario del cultivo. Ya disponemos en el mercado de herramientas con algoritmos de tratamiento de datos, que emiten los informes adecuados para la gestión de esta actividad. Estos softwares están siendo puestos a disposición de los mayores productores de caña de azúcar, cooperativas y, principalmente, de los ingenios que tienen grandes extensiones de áreas a tratar.

Por lo tanto, utilizando todos estos conceptos y estrategias en la gestión de la lucha contra las malas hierbas, será posible maximizar las importantes inversiones realizadas , extraer lo mejor de los herbicidas aplicados, obtener información continua sobre su desempeño y, de esta manera, proteger el medio ambiente. campos de caña de azúcar para lograr la mejor productividad.