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Celso Albano de Carvalho

Del equipo de Pecege, Educación Corporativa

OpAA73

Mano de obra: retos y amenazas, desde fuera y desde dentro

Ser estratégico a través del capital humano dentro de la empresa es cuestión de supervivencia en el presente e inversión en el futuro. Para ello es necesario analizar los factores que involucran la búsqueda, desarrollo, retención y mitigación de pérdidas de nuestro principal activo que son las personas.

En el sector sucroenergético, más específicamente, tenemos factores extrínsecos y factores intrínsecos que nos llevan a una situación de alerta constante por los desafíos anteriores y las amenazas de pérdida de talentos desarrollados, pues, con la dinámica cíclica de las economías, la Los factores extrínsecos actúan directamente sobre el capital humano dentro de la propia empresa.

Factores como momentos de capitalización, o momentos de declive y descapitalización; competencia caníbal entre empresas de los mismos segmentos, provocando y estimulando la fuga de personas con tentadoras propuestas de crecimiento económico y profesional; La competencia de otras actividades que se han ido entretejiendo paulatinamente en el parque productivo de la caña de azúcar, termina por hacernos volver adentro y analizar las razones de la alta rotación.

Los factores intrínsecos, como la rotación o la rotación de personas entre empresas del mismo segmento, o de otros segmentos, pueden ser causados por algunos puntos importantes: falta de claridad sobre los objetivos de la empresa; retroalimentación necesaria, delineando claramente lo que se espera del empleado y donde la empresa prevé llegar con la ayuda de su trabajo, siendo reconocido, valorado y desarrollado.

Otro punto importante se refiere a una cultura clara y objetiva, que promueva el marketing interno, proporcionando a los empleados una comprensión real de los objetivos, propósitos, valores y metas de la empresa, su área, otras áreas relacionadas, trayendo el sentimiento de conexión individual a el sentido colectivo y constructivo. El compromiso con la cultura de la empresa es un hecho fundamental.

También tenemos como factor preponderante y estratégico el plan de cargos, salarios y carreras, para que el profesional se sienta seguro de que, con su parte de aporte, se da el reconocimiento, lo desarrolla, lo hace crecer y aumenta su satisfacción. Prestar atención al mundo exterior, a tu empresa vecina, a las actividades competidoras también nos hace ver la necesidad de ser claros en las políticas retributivas, tanto económicas como de mejora integral y plusvalía para el empleado y la empresa.

Brindar a los líderes que tienen la capacidad de ver en las personas ordinarias, diferenciadas, especiales, o cualquier otro adjetivo, una joya a pulir, preparar y desafiar con propósitos positivos y de progreso constante, hace que el empleado se dé cuenta de inmediato que su empresa es realmente un lugar para que él también invierta y se quede.

Cuando las empresas y los trabajadores se den cuenta de la existencia de un factor tan evidente que pasa desapercibido, que es el hecho de que sus relaciones son contractuales, los resultados se multiplicarán, porque en ese pacto uno entrega, el otro reconoce; uno provee, y el otro desarrolla; uno alienta, el otro sobresale. Y este contrato evidente y claro acaba generando un clima más feliz, placentero y saludable.

Con los recientes escenarios de pandemia, distanciamiento, guerras, aislacionismo, preocupación por el futuro incierto, se alcanzaron muchas visiones e innovaciones con dinámicas impresionantes, y el modelo contractual y relacional entre empresas y personas ha cambiado por completo, ya que tenemos más tecnología para abordar. y de comunicación que rompía barreras físicas, culturales y lingüísticas.

Se percibió que no tiene sentido proporcionar capital financiero sin estar conectado con el capital humano, que es la fuerza impulsora de la organización. Capital humano que necesita estar preparado en competencias y habilidades, comprometido con un perfil de adhesión mutua: entre el individuo y la empresa.

Es un bien vivo, que necesita desarrollo, autonomía y motivación, formación y formación, para que consigas tu propia diferenciación como profesional, como persona y, en consecuencia, la diferenciación de la propia empresa que se encargó de mejorarla. Y, tras la fase de diferenciación, aparecen satisfactoriamente nuevos niveles, generando resultados positivos, a través de la superación, la mejora y el mejor desempeño.

Ante todos estos hechos, desafíos y amenazas, y, principalmente, la visión real del valor del activo humano, un sentido común, o mejor dicho, una gran conciencia colectiva empresarial en el desarrollo de sus centros de formación profesional, universidades corporativas, más constante capacitación y adhesión a las innovaciones tecnológicas, para brindar a sus colaboradores un mayor bienestar en el aprendizaje y obtención de conocimientos, de formas verdaderamente más prácticas, realistas, gamificadas e instigadoras.

Estamos ante un momento diferente, con un aumento de la población y del consumo; conciencia de la sostenibilidad de la empresa, los recursos y las actividades; de generaciones en extremos de edad y valores personales teniendo que convivir con sus diferencias; y, sobre todo , la carencia explícita de una mano de obra cada vez más cualificada, moderna, tecnológica e innovadora.

Los antiguos necesitan aprender y absorber el dinamismo e innovación de los nuevos, quienes a su vez necesitan estar atentos a las enseñanzas y fundamentos propagados por los mayores, para que se evite la reactividad y el aprendizaje sea mutuo. Y, por qué no, a través de entornos de aprendizaje e intercambio. Los entornos de aprendizaje a distancia realmente unen, conectan y transforman.

Destacamos brevemente el ejemplo vivido como profesional, miembro de Pecege, en el área de educación corporativa, frente a momentos en los que nunca se ha hablado tanto de proporcionar conocimiento con tecnología y apoyo de socios dotados de competencia, experiencia e innovación. Tanto a nivel interno como por parte de las empresas que acuden a nosotros.

Esto nos desafía constantemente a construir una estrategia de fomento del conocimiento y formación de la fuerza laboral en el corto plazo, a través de demandas externas, apoyados en el saber hacer y la experiencia construida por el propio aprendizaje, rompiendo barreras frente a los modelos vigentes, pensando en el conjunto y en la visibilización de lo que podemos construir, ofrecer, desarrollar y elaborar soluciones, con el propósito de brindar educación para las personas y para las empresas de las personas, convirtiéndonos así en el eslabón que une la oferta y la demanda de conocimiento, formación y capacitación.